Intensidad. Quizá la palabra que define el vínculo de Liliana Herrero con la música. Intensidad que supone pasión, necesidad de decir determinadas cosas y emprender la búsqueda de poetas que pongan palabra y música para que luego serán apropiadas, pasadas por un tamíz, y ya nunca vuelvan a ser las mismas. Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui, Aníbal Sampayo, Miguel Abuelo, Manuel Castilla, Hamlet Lima Quintana, Fernando Cabrera, Tomás Aristimuño y Fernando Barrientos, son algunos de los autores de los trece temas que integran Maldigo. La originalidad desde la interpretación de Herrero como la libertad que permite en los arreglos y aportes de sus músicos, son sello de identidad de toda la obra de esta gran artista comprometida y una de las responsables de que nuestro folklore valore su raíz, pero no quede como pieza de museo y pueda ser revisitado de diferentes formas. Los músicos que acompañan a Liliana Herrero en Maldigo son: Ariel Naón (contrabajo y bajo), Mario Gusso (batería y percusión), Martín Pantyrer (clarinete, clarón, saxos) y Pedro Rossi (guitarras), músicos increíbles que aportan frescura, creatividad y diversos matices ofreciendo variedad de climas a un disco que maldice desde la intensidad profunda de sentir cada palabra, cada nota que allí sucede. Entre los invitados están Raly Barrionuevo (guitarra y voz), Diego Arnedo (bombo leguero), Leila Cherro (cello), Mauricio Bernal (marimba) y Lisandro Aristimuno (guitarra), este último, además, productor artístico del disco junto a Liliana. Maldigo necesariamente debe escucharse con intensidad, haciendo pasar los temas por cuerpo y alma, y siguiendo apasionadamente el camino propuesto por esta querida artista a quien le agradecemos que nos siga regalando estos puñados de bellas canciones.(alesimonazzi)
La clasificación es solo para facilitar algunas búsquedas, la música que compartimos -por suerte- escapa a las etiquetas y encasillamientos.
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